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Crónica del Congreso

Nuestra Diócesis de Astorga ha participado con 20 congresistas (número de plazas concedidas por la organización) entre los que contaban cinco sacerdotes. Partimos hacia Valencia el día 1, muy de madrugada, después de celebrar juntos la Eucaristía en el Seminario que nos acogió para pasar la noche. Viajamos a Valencia en autobús, unidos a la Delegación de la Diócesis de Zamora.

 

El Congreso se desarrolló en valencia, teniendo como centro la Catedral. Equipada y preparada con equipos de audio, video y luz sirvió de magnífico escenario donde se desarrollaron los momentos centrales. Allí acudíamos cada mañana para la oración de Laudes, para las ponencias centrales y para la celebración de la Eucaristía.

 

Por las tardes las comunicaciones, talleres y experiencias se desarrollaron en diferentes Iglesias del centro de la ciudad. Además, las calles y plazas acogieron las actuaciones, festivales y las carpas donde se podían realizar diversas experiencias.

 

Jueves, día 1

 

Llegamos a Valencia antes de las seis de la tarde y nos alojamos en el hotel. A continuación nos dirigimos al centro de inscripciones para recoger nuestras acreditaciones y la mochila con el material del congresista. La organización y el voluntariado realizaron durante todo el congreso un trabajo admirable.

 

Pronto comenzamos a ser testigos del ambiente de alegría y comunión que viviríamos durante todo el Congreso. Conocimos la Basílica de la Virgen de los Desamparados y el entorno de la Catedral donde se desarrollarían los actos principales.

 

Los actos del Congreso comenzaron a las ocho de la tarde en la Plaza de la Virgen en torno a una réplica de la cruz de las JMJ. Junto a ella, en dos estructuras con forma de árbol, las distintas Delegaciones pudieron depositar una acción de gracias por sus trabajos y jóvenes diocesanos y una petición, en forma de deseo, por el futuro y los frutos del congreso.

 

A continuación hubo una procesión hacia el interior de la Catedral, en la que se portaron 80 palmas en torno a las Delegaciones representadas cada una en un cirio con el logotípo de cada Diócesis y la réplica de la Cruz de la Jornada Mundial de la Juventud, que se colocó junto al altar para presidir todo el Congreso. Ya en el interior de la catedral se realizó una Celebración de la Palabra, presidida por Mons. D. Carlos Osoro Sierra, Arzobispo de Valencia y Presidente de la Comisión de Apostolado Seglar de la CEE.

 

Al final de la ceremonia, se abrieron las grandes puertas del retablo del Altar Mayor de la Catedral, dejando al descubierto la imagen de la Virgen.

 

Terminado el acto litúrgico, en el exterior disfrutamos con un concierto organizado por Cadena Cien, abierto a todo el público, donde bailamos y cantamos hasta la media noche. Se inauguraban así los actos del Congreso.

 

Viernes, día 2

 

Ponencia.

 

Según el horario previsto, tras el tiempo de oración personal y las Laudes, a las 10:45 de la mañana comenzó la primera ponencia a cargo de Mons. D. Carlos Osoro, Arzobispo de Valencia y Presidente de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar de la Conferencia Episcopal Española, titulada Para ti la vida es Cristo. El primer anuncio.

 

Mons. Osoro ha señalado al comenzar que “nuestras comunidades cristianas necesitan incorporar en su vida el primer anuncio” y ha explicado que esto significa “proclamar y proponer el mensaje nuclear del Evangelio (kerigma) a quienes no conocen a Jesucristo, también a quienes un día lo conocieron pero se alejaron de él”.

 

En opinión del Presidente de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar, “lo que realmente se está poniendo en juego es la concepción del hombre, la antropología y ética (moral) que subyace en estos comportamientos”. Un aspecto “muy importante” de esta emergencia es “la transmisión de la fe a las nuevas generaciones” porque existe “la dificultad que plantea la cultura actual, que pretende poner a Dios entre paréntesis o mejor ocultarlo, desalentando opciones de compromiso y definitivas y proponiendo satisfacciones inmediatas”.

 

El arzobispo de Valencia subrayó la diferencia del primer anuncio con la catequesis y como es imprescindible que en todas las parroquias se ofrezcan experiencias concretas de “primer anuncio”, indicando que “anunciar a Jesucristo es un imperativo necesario para promover un nuevo humanismo y dar verdaderos fundamentos a la persona”. “Entregar de primera mano la noticia de Jesucristo a otros jóvenes, hacer el `primer anuncio, es de todos”.

 

Resonancias y Eucaristía.

 

A continuación de la ponencia comenzaron las resonancias en las que varias personalidades y protagonistas activos del “primer anuncio”, como Xavier Morlans, Profesor de la Facultad de Teología de Cataluña y Consultor del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización; Andrea Brugnolli, fundador de “Sentinelle del Mattino”, y José Alberto Barrera, Director Nacional del Curso ALPHA España, dieron algunas claves para aplicarlo de cara a la Nueva Evangelización.

 

Terminó la mañana con la celebración de la Eucaristía, presidida por Mons. D. Carlos Osoro, a las 12:30.

 

Talleres.

 

Tras la comida nos dispusimos a vivir la primera tarde del Congreso. Dieron comienzo los primeros talleres en los que diferentes realidades eclesiales, nuevas comunidades y proyectos de evangelización se daban a conocer y presentaban sus experiencias en diez templos distintos de la ciudad de Valencia. En dos turnos, 16:00h y 17:30h, cada congresista podía acudir a dos de las 20 experiencias que se presentaron esta tarde.

 

Nuestro grupo de Astorga se repartió para conocer algunas de estas experiencias. Así conocimos “Sentinelle del Mattino”, “Adoremus”, “Curso ALPHA”, “Regnum Christi”, “Escuelas de Evangelización”, “Agustinas de la Conversión”, “Semana de Cine Espiritual”, “Luces en la Ciudad”, “Kerigma”,  “La Voz en el Desierto” y “Infinito +1”. A las 19:00 se celebraron las Vísperas, en las distintas iglesias donde se habían desarrollado los talleres, animadas por comunidades orantes.

 

La noche.

 

La noche del viernes pudimos disfrutar en la Plaza de la Virgen de un magnífico espectáculo. Se trató del Musical “Alma”, a cargo de un grupo de artistas de la Archidiócesis de Toledo. Dos horas de espectáculo, música y baile, presentando el mensaje de la redención.

 

Sábado, día 3

 

Ponencia.

 

La mañana comenzó, como cada día, con el rezo de laudes en la catedral. A continuación tuvo lugar la segunda de las ponencias del Congreso, pronunciada por el obispo de San Sebastián, Mons. D. José Ignacio Munilla Aguirre, responsable del Departamento de Pastoral de Juventud en la Conferencia Episcopal Española (CEE). La intervención ha llevado por título “La evangelización de los jóvenes ante la emergencia afectiva”.

 

Mons. Munilla ha comenzado afirmando que "para poder dirigirnos al joven de nuestros días, necesitamos primero conocerle (…) pero para eso debemos ir más allá del dato sociológico. Necesitamos conocer en profundidad a Jesucristo, ya que solo en Cristo conoceremos en profundidad al joven”. Esta clave teológica es importantísima para poder interpretar lo que nos dicen las encuestas.

 

Por eso, y partiendo de la convicción de que podemos conocer el corazón del joven a la luz del Corazón de Cristo, ha ido desarrollando en la ponencia cómo está ese corazón, cuáles son las heridas afectivas que sufre una buena parte de la juventud en España, y qué respuesta propone la Iglesia hoy. Mons. Munilla ha presentado tres heridas profundas que padece la sociedad postmoderna, que dificultan conocer el verdadero rostro de Cristo y que, paradójicamente, necesitan del mismo Jesucristo para ser sanadas: narcisismo, pansexualismo y desconfianza.

 

Narcisismo

El narcisismo, como ha recordado el obispo de San Sebastián, está ligado a la hipersensibilidad, a la absolutización de los sentimientos y temores, a la percepción errónea de que todo en la vida gira en torno a uno mismo. Sin la sanción de la herida del narcisismo es imposible la entrega generosa, que es un aspecto clave en el Evangelio.

 

El obispo ha propuesto cuatro caminos en los que deberíamos incidir en estos momentos para la sanción herida del narcisismo: el anuncio del amor de Dios, que funda la autoestima; el cultivo de una espiritualidad equilibrada (mística-ascética); la aceptación humilde de la realidad y poner de manifiesto que las experiencias de acercamiento al sufrimiento del prójimo tienen una gran potencialidad sanadora en los jóvenes.

 

Pansexualismo

Una segunda característica de nuestro tiempo y de nuestra cultura es el fenómeno del pansexualismo o del híper-erotismo ambiental que invade prácticamente todos los ámbitos y espacios. El bombardeo de erotismo es tal que facilita las adicciones y conductas compulsivas, provoca innumerables desequilibrios y la falta de dominio de la propia voluntad, hasta el punto de hacernos incapaces para la donación. Es obvio que la fe y la religiosidad se ven seriamente comprometidas, en la medida en que jóvenes y adultos no sean capaces de mantener una capacidad crítica ante una visión fragmentada y desintegrada de la afectividad, la sexualidad y el amor.

 

Mons. Munilla ha analizado cómo en nuestra cultura se ha perdido en buena parte el sentido y el valor de la sexualidad, al producirse "un divorcio entre sexo y procreación, entre amor y matrimonio y entre sexo y amor". Hoy la sexualidad "ha dejado de ser la expresión de la entrega total de dos personas que se aman, para pasar a ser un instrumento de diversión, e incluso un instrumento para hacerse daño el uno al otro". Al igual que ha hecho al plantear la primera herida, el obispo ha subrayado aquellos aspectos en los que a su juicio deberíamos incidir especialmente para sanar la herida del pansexualismo: rescatar la virtud de la castidad de su impopularidad, potenciar los cursos de formación afectivo-sexual y educar en la belleza.

 

Desconfianza

La herida afectiva de la desconfianza supone la sensación de no pisar suelo firme y el temor por el futuro. Uno de los fenómenos más determinantes en la extensión de esta herida afectiva de la desconfianza, ha sido el divorcio y la falta de estabilidad familiar.

 

Arrastramos numerosas heridas afectivas, que han generado en no pocos una especie de orfandad moral". Para sanar la herida de la desconfianza, Mons. Munilla ha propuesto experimentar la comunión en el seno de la Iglesia y educar a los jóvenes en la confianza.

 

El obispo ha concluido con una interpelación esperanzada y realizada directamente a los jóvenes, recordando que la "emergencia afectiva que padece esta generación nos ofrece una oportunidad única para recordar a todos los jóvenes que Dios es amo, que hemos sido creados en una vocación a la comunión de amor, y que necesitamos descubrir la eterna novedad del Evangelio de Cristo para alcanzar nuestra plenitud. ¿Y sabéis una cosa?… ¡El corazón no es de quien lo rompe, sino de quien lo repara! Es decir, el corazón del joven, es del Corazón de Cristo".

 

Resonancias y Eucaristía.

 

A continuación de la ponencia comenzaron las resonancias en la que la Madre Prado, del Monasterio de la Conversión, ha hablado sobre los momentos fuertes en el seguimiento de Cristo y Gonzalo Pérez-Boccherini, Delegado de pastoral juvenil de la diócesis de Getafe, sobre el acompañamiento personal.

 

A las 12.30 h. se celebró la Eucaristía en la Catedral de Valencia, presidida por Mons. Munilla. Finalizada la mañana de trabajo pudimos compartir juntos el almuerzo. Nos repartimos las experiencias y talleres a los que acudiríamos esa tarde:

 

Talleres.

 

Como en la jornada anterior 20 experiencias se repartieron en diferentes iglesias del centro de la ciudad de modo que a lo largo de la tarde los congresistas pudiesen conocer al menos dos de ellas. En esta ocasión nuestro grupo se distribuyó de dos modos distintos: los mayores de 30 años acudieron a dos talleres, mientras que los menores de 30 acudieron sólo al primer turno.

 

Conocimos las siguientes realidades: “Comunidad de San Egidio”, “GOUM”, “Puntos corazón”, “Grupos Youcat”, “Marchas de oración”, “Cooperadores de la Verdad”. Los menores de 30 años acudieron a partir de las 18:30 a la preparación para hacer evangelización en la calle esa noche con el grupo “Sentinelle del Mattino”.

 

La tarde terminó con el rezo de vísperas en las distintas iglesias de Valencia, animadas por varias comunidades orantes.

 

La noche.

 

La última noche del congreso se presentaba verdaderamente apasionante. La experiencia se llamó "Una luz en la noche". Desde las 21:00h y hasta las 24:00h, cuatro grupos de evangelización en la calle ayudarían a los 800 congresistas menores de 30 años a iniciarse en esta experiencia de auténtica nueva evangelización.

 

Los grupos eran “Adoremus”, “Sentinelle del Mattino”, “Kerygma” y “Totus Tuus”. Cuatro iglesias del centro de Valencia, en medio de la movida del sábado noche y 800 misioneros repartidos para iniciarse en la evangelización en la calle.

 

Mientras tanto, desde las 22:30h, el resto de congresistas mayores de 30 años participaron en la celebración de una Gran Vigilia de Adoración en la Catedral, orando por los que estaban evangelizando en la calle. ¡Una experiencia verdaderamente de fe!

 

Todos los menores de 30 de nuestro grupo acudieron a evangelizar con los Sentinelle. Allí, tras la formación y la preparación espiritual, recibieron los distintos ministerios: los que salían a la calle, los que realizaban la acogida en la entrada, los que acompañaban ante el Santísimo a los que llegaban y los que simplemente rezaban.

 

Los misioneros fueron distribuidos en parejas que salían a la calle a invitar a entrar en la Iglesia anunciándoles que “Cristo te ama y ha muerto por ti. Está en la Iglesia esperándote”. Cada pareja contó con un intercesor que durante toda la experiencia rezaba por ella en el templo. Era emocionante ver como los jóvenes acompañaban a los que llegaban ante la custodia, se ponían de rodillas, rezaban por ellos… ¡Cuanto aprendimos esa noche!

 

Domingo, día 4

 

Ponencia.

 

Tras el rezo de laudes, ha tenido lugar la última de las ponencias del Congreso, pronunciada por el Cardenal Stanislaw Rylko, Presidente del Pontificio Consejo para los Laicos. La intervención ha llevado por título “La pastoral de los jóvenes ante la emergencia educativa actual: el magisterio de Benedicto XVI”. El Cardenal comenzó renovando su gratitud a la Iglesia que vive en España por la generosidad de la acogida y la eficaz organización de la inolvidable JMJ de 2011.

 

El Cardenal Rylko centró su intervención en la emergencia educativa, desde las enseñanzas de Benedicto XVI: "la educación constituye uno de los puntos fundamentales de la cuestión antropológica actual", recuerda el Papa. En ese sentido, el ponente ha analizado en qué consiste la crisis educativa de la postmodernidad, explicando la creciente dificultad que se encuentra para transmitir a las nuevas generaciones los valores fundamentales de la existencia y de un correcto comportamiento.

 

En este contexto, “el compromiso de la Iglesia de educar en la fe, en el seguimiento y en el testimonio del Señor Jesús es hoy más que nunca una contribución para que la sociedad salga de la crisis educativa que la aflige”.


El Cardenal ha desarrollado después las características de los educadores que deben enfrentarse a esta complicada tarea: en la Iglesia “la evangelización de la juventud debe ser realmente una prioridad”. La emergencia educativa de nuestros días se hace notar también en el evidente flaquear de los ámbitos propios de la formación y la alarmante escasez de buenos maestros.

 

Benedicto XVI nos llama a reconsiderar seriamente los fundamentos de nuestro trabajo con los jóvenes. El Santo Padre, gran maestro de la fe, nos ayuda a volver a lo esencial: las jóvenes generaciones “tienen derecho a recibir el anuncio de Dios de manera explícita y directa, sin reducirlo a un pretexto para tratar cuestiones que aparezcan quizá más interesantes a la mentalidad contemporánea. Aunque no siempre sean capaces de articularla, nuestros jóvenes tienen sed de Dios”.

 

Resonancias y Eucaristía final.

 

A continuación de la ponencia del Cardenal Rylko, tuvieron lugar las resonancias por parte de D. Rosendo Soler, responsable del Centro Nacional Salesiano de Pastoral Juvenil, que habló sobre los itinerarios de formación; y por parte del P. Carlos Sávio da Costa, Coordinador Nacional de la Semana Misionera-JMJ Río 2013, que, con sus palabras, nos puso Rumbo a Río, donde se celebrará la próxima Jornada Mundial de la Juventud.

El Congreso concluyó con la Eucaristía final de Envío, presidida por el Cardenal Rylko, cuya homilía pronunció Mons. Osoro, y en la que resaltó que “no podemos amar al prójimo de verdad si antes no tenemos experiencia de Dios. Hoy las crisis tienen una raíz profunda: el ocultamiento de Dios, la crisis de fe”. El Arzobispo de Valencia, ha concluido apuntando que “el Señor nos invita a manifestar al otro la vida nueva que nace del Amor de Dios”.

 

Al final de la Eucaristía se realizó un gesto de envío entregando a un representante de cada Diócesis, comunidad y movimiento una vasija de barro con el evangelio del domingo para recordarnos a todos que “el tesoro de la fe lo llevamos en vasijas de barro”. José Castro, de Benavides, recogió nuestra vasija.

 

Finalizado el Congreso iniciamos el regreso en autobús hasta nuestra diócesis, a la que llegamos bien entrada la madrugada. Cansados pero conscientes de que ha valido la pena, damos gracias a Dios por el Congreso Nacional de Pastoral Juvenil.