Ejercicios Espirituales 2016
El pasado día 19 de abril de 2016, algunos jóvenes de la Diócesis nos reunimos en Astorga para realizar los Ejercicios Espirituales. La tanda de Ejercicios estaba dividida por grupos, correspondiendo con las edades respectivas. Mi grupo, en concreto, estaba formado por los más mayores de dichos Ejercicios. Un encuentro como éste es especial; nos reunimos jóvenes de la Diócesis para vivirlo con Fe abundante. Los Ejercicios que propone San Ignacio de Loyola son de cuatro semanas de duración, durante las cuales se revisan diferentes puntos de la vida cristiana para su respectiva reflexión.
En primer lugar, el viernes empezamos con la meditación del principio y fundamento, en la que se sientan las bases de un verdadero cristiano. Con una hora para meditar estas charlas que nos ofreció D. Enrique, rector del Seminario Mayor de Astorga, te vas dando cuenta de que, para un seguimiento más fiel a Jesucristo, es necesario desapegarse de los bienes tangibles de este mundo. La indiferencia también es un punto clave para poder realizar el plan de vida que Dios ha preparado para cada persona concreta de esta sociedad.
En el segundo día, nos adentramos en el tema del pecado y lo que ello supone para el hombre. En esta meditación, te das cuenta de que no eras tan “perfecto” como pensabas anteriormente. Nos preparamos durante toda la jornada prácticamente, aparte de otras meditaciones, para disponer nuestro corazón para el Sacramento de la Penitencia que recibiríamos por la noche. Sin embargo, meditamos sobre los tres binarios. En tu día a día no eres consciente de que se te escapan muchos detalles. Cabe destacar, en este intenso día, que la meditación del discernimiento vocacional es de las más importantes de los Ejercicios. Sin duda, es una charla en la que te planteas tu plan de vida futuro, es decir, el modo de vida que Dios tiene pensado para cada cristiano a un sacramento concreto; entregar la vida. Para ello, antes hay que reflexionar sobre la meditación de las dos banderas, el ejército del reino de Cristo o el ejército del mal, del diablo.
Por último, llega el tercer día de estos “exhaustivos” ejercicios, en los que me he planteado, he rezado ante el Santísimo Sacramento y me he ofrecido a él para no ser indiferente. Ya casi se han dado por finalizados los Ejercicios; ahora es turno de una de las charlas más importantes del fin de semana. La meditación sobre el amor, como nos decía el director de los ejercicios “En un vuelo, lo más importante es el despegue y el aterrizaje del avión, ya que cuando te encuentras en el trayecto te sientes estable”. Esta frase es crucial a la hora en que un joven realiza los Ejercicios Espirituales. Sin duda, es más que una experiencia; los Ejercicios son un verdadero encuentro con Aquel que sabemos que se ha entregado para nuestra salvación y la de toda la humanidad.
Francisco Coya Abajo